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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
9
Drama Nader (Peyman Moaadi) y Simin (Leila Hatami) son un matrimonio iraní con una hija. Simin quiere abandonar Irán en busca de una vida mejor, pero Nader desea quedarse para cuidar a su padre, que tiene Alzheimer. Ella le pide el divorcio y se muda a vivir con sus padres. Nader no tiene más remedio que contratar a una mujer que cuide a su padre. Una negligencia de la asistenta provoca un conflicto de grandes dimensiones. (FILMAFFINITY)
14 de octubre de 2011
28 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un terreno, el de las motivaciones ocultas, el de los secretos más profundos, el de los prejuicios más arraigados, el de la geografía del alma humana, que la televisión nunca podrá llegar a conquistar. El séptimo arte lo consigue en muy pocas ocasiones, ya que impera el cine social de postal en el que la tónica del juego está en discernir unos seres buenos de otros malos. Por eso una película de la inteligencia de Nader y Simin, una separación es capaz de romper los esquemas y volver a poner las cosas en su sitio. Es una historia de un humanismo descomunal, de una precisión apabullante; dotada de una amargura indescriptible, con una crítica social demoledora para todos los que quieran urgar en las rugosidades de una historia que en teoría es una anécdota y que a la práctica es la descripción más precisa jamás realizada de la sociedad y cultura iraní.

Farhadi cree en la bondad y describe cómo empiezan los lazos fuertes e irreconciliables de la enemistad. En Nader y Simin, una separación no hay ni buenos ni malos, sino personas que en un momento u otro se posicionan o se sitúan en un bando por obligación o por necesidad. La película nos sume en un estado de tensión constante. Crea una atmósfera casi irrespirable con pocas localizaciones y la excelente recreación de todos sus intérpretes, sin excepción. También es más comprometida y actual de lo que parece: ningún documental habla de forma tan certera sobre el papel de la mujer, la influencia de la religión, la herencia que los mayores dejan a sus hijos.

No hay posibilidad de salir de la sala y retomar nuestra rutina después de ver Nader y Simin, una separación. Es un cine de belleza y compromiso, de tesis y desarrollo. Su carga dramática reverbera en lo más hondo de los espectadores. Una bofetada al estamento judicial, un mazazo a la clase política, una trama desprovista de adornos y artificios. Anímense a descubrir por ustedes mismos las complejidades que encierra uno de los títulos del año. De visión obligatoria y reflexión necesaria.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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