No tengo ni idea, pero es que la cosa tiene tela, porque al tipejo este, que se hace llamar director, tengo la absoluta certeza de que cuando era pequeño lo maltrataban. Pero de que lo maltrataban a lo bestia, ni medias tintas ni nada, a hostia limpia y a golpe de zapatilla. Como ello le creaba un complejo de inferioridad enorme, hacía que su timidez le impidiese acercarse a niños de su misma edad, así que el muy capullo se quedó solo. Sin amigos. ¿Y qué hacer cuando no tienes amigos para destacar? Pues el imbécil: Sacarte de la manga una serie de torturas desagradables, escribir guiones mientras tomas medicamentos en mal estado y contratar a un buen equipo de efectos especiales para que reconstruya toda aquella serie de burradas que meterás en la película. Luego, le llamarás cine, y lo presentarás en un festival de cine muy guay aprovechando el tirón que Aja dejó con su "Haute tension", esperando así que los freaks de toda la vida aplaudan hasta dejarse el pellejo en la sala, porque ya se sabe que a esos no les hace falta un guión o un mensaje: Con intercalar porquería tras porquería, es suficiente.

Pues yo sí que hubiese aplaudido, pero en la nuca del descerebrado este. Menudo collejón tiene el muy subnormal que encima se le ocurre la idea de soltar perlas como que su ¿película? deja "sensaciones muy negativas" o que "el cine es provocación actualmente". Menudo burro, menudo mangurrián. Se presenta un esperpento así con una cinta como esa en un festival que organizo yo, y tras metérsela por el culo lo embadurno en miel y lo lanzo a una jaula con osos hambrientos. Al carajo con el puto psicópata.

Lo peor de todo, es que los defensores a ultranza de estas bazofias, dirán que es un film extremista, enfermizo, desmesurado, demente, increíble, brutal, contundente y una sarta de tonterías a cada cual más grande, cuando el pájaro en cuestión lo único que ha realizado es un esperpento en el que prevalece el morbo gratuito y las ganas de sorprender al espectador mediante trucos nefastos, irrisorios y sobados. Según él, el cine es provocación: Sí, claro que el cine puede ser provocación, pero la provocación entendida como un tema que te vaya a dejar un mensaje sobre el que debatir a posteriori, cuando termine la película, no la provocación entendida como un cúmulo de secuencias de mierda que pretenden ser desagradables y no levantan ni un respingo de la tensión que se palpa en las verdaderas obras maestras del cine. Chaval, si lo que querías es ver sangre, haberte ido a un banco de donantes, y a tomar por culo, de paso.



(Continúa en el Spoiler)