Lo admito, me encanta esta película. Aparentemente todo el mundo la odia, pero yo no.

Echadle un vistazo a los videojuegos de la franquicia Super Mario Bros de ANTES de 1993: No teníamos ni el Super Mario RPG ni el Super Mario 64, que fueron los primeros juegos oficiales en los que vimos un mundo tridimensional con Mario.

Antes, sólo teníamos los juegos de plataformas, con historias increíblemente simples (rescatar a la princesa y... rescatar a la princesa) e inadaptables a la gran pantalla.

No obstante, alguien decidió hacerlo, valiéndose de una gran imaginación y una cantidad de vueltas de tuerca considerable.

Por ejemplo, el tono infantiloide y como para toda la familia que parecen erradiar los juegos es transformado en una atmósfera ligeramente aterradora - una vuelta de tuerca que a mí me gusta. Y fíjate lo que han hecho con algunos conceptos francamente inadapatables, como los saltos imposibles, que aquí los consiguen con unas botas futuristas. Incluso me parece una locura bien llevada que Luigi y Daisy sean el romance en lugar de Mario y Peach.

Lo único que no me gustó la segunda vez que la vi es que el villano es gilipollas, no tenía ninguna posibilidad de ganar.