- Si como director eres un genio, perfecto.

- Si eres un artesano... pues también.

-Si eres mediocre pero sabes abordar con estilo tus limitaciones, el resultado será digno.

- Si eres malo mas no te tomas tu trabajo demasiado en serio, eso te sumará algunos puntos.

- Si eres un "Ed Wood Jr.", caerás en gracia.

- Si sólo quieres vender, y consigues un taquillazo, olé tus huevos.

- Si prometías pero terminas autosobrevalorándote y como resultado de ese error te sale un pastiche de típico egocéntrico con psicosis mesiánica que además de no hacer taquilla pone en evidencia todos los trucos baratos que habías usado en tus anteriores películas con resultados más afortunados y te hunde en el lodo porque eso es lo único que mereces tras una basura como la que acabas de filmar, si te ocurre eso, todo eso, entonces sólo puedes ser M. Night Shyamalan.