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España España · Córdoba
Voto de poverello:
7
Comedia. Drama. Romance Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento una profunda desazón cinematográfica; no sé si por lo que debiera ser mi ceguera selectiva, o por mi sentida iluminación. El caso es que algo de eso debe ser, porque me veo casi obligado a realizar dos críticas simultáneas o tener serios problemas de identidad.

Eh... No sé, pero he de lanzar la primera piedra (sin esconder la mano) diciendo que pensar que The Artist es un homenaje, un grato favor y una revalorización para el gran público hacia el cine mudo de las dos primeras décadas del siglo XX es como decir que gracias a las baterías inusitadas de Luis Cobos se ha conocido a Beethoven, aunque ello conduzca a la gente a pensar que la música clásica es Luis Cobos.

Si quieres hacer un homenaje al cine mudo, hazlo de verdad, no vendas la moto y lo comercialices para hacerlo tragable al gran público: en los años 20 eran inviables muchos de los travellings que se ven en la película, no existía el enfoque dentro de la misma escena, ni la profundidad de campo, ni planos interiores contrapicados, ni el montaje como expresión secuencial (excepto los maestros rusos Eisenstein o Dovzhenko)... The Artist no es cine mudo, es cine moderno sin sonido, lo que es un engaño a los espectadores y, cinematográficamente hablando, un flaco favor a la historia del cine.

No puedo justificar a Hazanavicius por sus supuestas buenas intenciones -ni por el sentido que se le desee dar al mutismo en el propio argumento del film con escenas maravillosas como la del sueño-, pero aún menos he de perdonar a la crítica, que vende esta moto como novedad incalculable sin recordar que no hace ni cuatro años, la película argentina La antena, mucho más cercana al cine mudo de verdad, pasó por nuestras carteleras con más pena que gloria y prácticamente inadvertida.

Y tras este rapapolvo, ¿por qué un siete? Porque si obvias la estupidez innecesaria narrada, The Artist, como film del siglo XXI, como recordatorio de lo que eternamente fue y será, como homenaje general al cine es emocionante, visceral... plácida y tierna como un osito de peluche (aunque argumental y contextualmente, siempre abrazaré sin desapego Cantando bajo la lluvia).

En fin, que como cinéfilo mejor prefiere a Stroheim, Lang, Sjostrom, los maestros rusos ya nombrados y ni siquiera tanto; como espectador del cruel siglo XXI disfruta del engaño, porque vas a disfrutar mucho, y hasta olvidarás que es cine mudo, tal vez, porque en realidad, no lo es.
poverello
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