Cine oriental que abre las puertas a sus paisajes y su cultura, a la naturaleza, a la paz y a la meditación, la primavera es educación, respeto y las primeras piedras en el corazón, el descubrimiento y la llegada del primer amor, el verano, sacarle el jugo a la relación como lección de la vida, la curiosidad es agradable, el deseo es el despiste y la posesión se castiga en otoño, el destino, la vergüenza y el arrepentimiento, el tormento del mundo exterior, la incapacidad para renunciar al pecado, el impulso es un acto que termina en destrucción y sufrimiento, la tortura para limpiar el espíritu, tallar caracteres para borrar rencores, la ayuda para conseguir la paz interior, todo tiene una recompensa, la belleza con la que se vive el invierno, cuándo el templo queda inmóvil por el hielo, frío como la mente del experto, momento para la dedicación, la adoración y el salto de generación, una vida que culmina en el culto cuando la mente se ha fortalezido, cuando ya se está preparado para un nuevo ciclo, esto ocurrió en un pequeño templo en mitad de un lago y un monumento en lo alto de una montaña donde, si necesitas paz, acabará rezando.