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Voto de RAMON ROCEL:
8
8,1
45.268
Drama
España franquista. Durante la década de los sesenta, una familia de campesinos vive miserablemente en un cortijo extremeño bajo la férula del terrateniente. Su vida es renuncia, sacrificio y y obediencia. Su destino está marcado, a no ser que algún acontecimiento imprevisto les permita romper sus cadenas. Adaptación de la novela homónima de Miguel Delibes. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No importan los escenarios, ni el tiempo. A través de la historia hemos sido testigos de cómo el hombre esclaviza al hombre. Ya lo decía B. Traven en su relato de los indios chamulas en las monterías, peones oprimidos en el imperio de la caoba que sufren humillaciones en las selvas lacandonas. De igual manera, una familia es vejada en un cortijo, allá en España. Y la justicia que clama el público, es justificada por el maltrato de estos caciques de toda la vida. Y parece que los mártires de la revolución se levantan de sus tumbas; mi general Zapata, el comandante “Che” Guevara y otros valientes que aunque anarquistas enarbolaron la bandera de los desprotegidos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En "Los santos inocentes" explota la ira contenida en manos de un inocente que reacciona en base a sus emociones. Y hace justicia al espectador dentro de su locura, que no lo hace villano, sino que siniestramente lo convierte en un vengador consentido. Es la mano del pueblo sobajado que se libera, se santifica al derramar la sangre de aquel señorito. Que pende en el cadalso macabramente, en medio de una melodía escalofriante. La rebelión de los colgados por la esclavitud al fin llega. Colgando a ese amo cruel para ejemplo de los demás. Azarías es libre y corre por el campo con un canto que retumba lo lejos:
¡Ay Milana mía! vuela, vuela y párate en aquel portal, mira que ya llevan, al señorito a enterrar…
¡Ay Milana mía! vuela, vuela y párate en aquel portal, mira que ya llevan, al señorito a enterrar…