Ingredientes: un mismo lugar en tres tiempos distintos, una casa misteriosa, extraños ruidos, una niña fantasma que aparece y algo quiere decir a los vivos, manifestaciones de casa encantada en tres momentos distintos, personajes que aparecen en pantalla en distintas etapas de sus vidas marcados y relacionados en cierta forma a un suceso misterioso que derivó en una extraña muerte o desaparición, una misterio que te hace conjeturar sobre lo que le sucedió, poca lucidez para generar miedo en el espectador.

Historia de niña fantasma que hace contacto con el mundo de los vivos, donde lo original es la forma de presentar tres historias de distintas familias que vivieron en la misma casa en diferentes épocas. Lo mejor de la serie es que a partir del segundo episodio empiezan a conectarse varios de los personajes que pertenecen a épocas distintas pero que en cierto momento entran en contacto, lo cual demuestra que el guión está bastante pulido y trabajado en ese aspecto temporal.

El principal defecto es que como cinta de miedo ofrece bien poco, y lo que aparece de terror es demasiado liviano y trillado como para impactar al espectador. Floja en ese aspecto.

Por suerte la serie en su último capítulo levanta bastante el nivel, el giro sorpresa del final es lo bastante impactante como para sorprender al espectador y como para darle sentido a todo lo visto anteriormente.

Hay finales que levantan el nivel general de una serie y hay desenlaces que le bajan la calidad. Bueno, en “Marchlands” estamos ante el primer caso, porque el final termina haciendo “cerrar” todas las alternativas vistas en los capítulos anteriores y porque el desenlace no resulta predecible en ningún momento, sino que por el contrario termina tomándonos por sorpresa ya que es inesperada la resolución del conflicto narrativo.

Insisto en que además del final, el otro punto alto de esta miniserie es el montaje en paralelo con el continuamente se nos van narrando tres historias desarrolladas en tiempos distintos pero con un punto en común en las tres.

Es una pena que la miniserie no haya tenido un nivel más parejo en los 5 episodios. He notado que “Marchlands” es bastante irregular en emotividad, se nota que la historia está bastante más alargada de lo que necesitaba, con una subtrama que para mí está de relleno y la veo un tanto insípida e innecesaria. Pero al menos al final, la miniserie logra levantar el nivel, aparece el factor sorpresa y el vuelco narrativo inesperado que nos deja con la boca abierta, y gracias a ello llega al 5 rasposo con el cual termino aprobando a este producto de formato televisivo que combina intriga sobrenatural y drama familiar.