Ethan (Mark Duplass) y Sophie (Elisabeth Moss) son un matrimonio que se encuentra en crisis, debido a esto asisten a sesiones con un terapeuta matrimonial (Ted Danson) para ver si pueden salvar la relación. Al no haber mayor avance, éste les propone que pasen algunos días en una hermosa casa de campo, donde varias parejas ya han ido con resultados bastante positivos. En dicho lugar es donde la fantasía en el film comienza.

Este punto de la fantasía (y como se representa), es algo importante en el cine, con el avance de las tecnologías se ha perdido mucho de la brillantez e ingenio en cómo se puede presentar algo en pantalla, llenándose muchas veces de artificios pintorescos llenos de efectos especiales que a fin de cuentas lo que hace es entorpecer la propuesta narrativa. Aquí es todo lo contrario, se antepone la sorpresa, luego lo que da cada uno de estos elementos fantásticos y por ende, enriquecen la obra.

The One I Love es una refrescante propuesta, primer largometraje de su realizador que cuenta con guion de Justin Lader, quien también forja sus primeros pasos en este apartado. Una película donde la lógica se deja de lado y donde curiosamente emerge una nueva forma de ser infiel. Funciona en el conjunto como una reflexión de las parejas, de lo que son y lo que dejaron de ser, de los anhelos e inquietudes frente al otro.

Se dice que en una relación de pareja lo que más cuesta mantener es la chispa que le da vida, chispa que en un inicio está inequívocamente presente, pero que se puede ir perdiendo. Esto es primordial en el relato, como este virtuosismo se pierde por alguno de los involucrados (en este caso, se hace énfasis en el hombre), cuestión que sin duda atañe como su pareja lo ve y por ende el deseo de lo que espera. Dando como resultado que se quiebra de forma brusca el buen funcionamiento del vínculo amoroso, que es lo que les sucede.

Con una puesta en escena mínima, dos escenarios principales, el consultorio del terapeuta al inicio y este lugar en el campo donde pasa el grueso del metraje, McDowell consigue una dirección muy bien manejada que aprovecha los espacios para seguir esta línea fantasiosa. Un cuerpo actoral aún más ínfimo, donde el dúo de protagonistas se encuentra en un estado sublime, realizando una labor doble donde se complementan en gran forma, sacando a relucir personalidades distintas e intereses diversos.

The One I Love es un genial trabajo, un film independiente, pequeño con un buen balance entre el drama y la comedia, que logra introducir en la trama un artificio fantástico que es manejado también de muy buena forma, una agradable propuesta.