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España España · Barcelona
Voto de Adri:
6
Romance. Drama Secuela de "Tres metros sobre el cielo". La sexy Gin (Clara Lago) es el nuevo amor de Hache (Mario Casas), pero éste no puede olvidar a su antigua novia, Babi (María Valverde). Hache ha vuelto a casa tras pasar una temporada en Londres, alejado del recuerdo imborrable de aquel primer amor. Para poder reconstruir su vida y olvidar el pasado, Gin parece perfecta, pues es una chica de espíritu descarado, efervescente y vital que le hace ... [+]
21 de junio de 2012
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
El viernes pasado llegó a las pantallas la esperada continuación de 3 metros sobre el cielo, la exitosa adaptación al cine de la novela del escritor italiano Federico Moccia Tre metri sopra il cielo. Después de que fuera la película más taquillera del 2010 en España cosechando numerosas legiones de fans (y enemigos) en toda la península —gracias, en gran parte, a la participación de Mario Casas y Maria Valverde en la película—, la historia de amor entre Hache y Babi no podía acabar ahí y la productora —Antena 3 Films—, para alegría de los seguidores (y sufrimiento de los detractores), no tardó en encargar la secuela a su director Fernando González Molina.

En esta segunda parte, titulada igual que el segundo libro de Moccia en el que se basa, Tengo ganas de ti, Hache (Mario Casas) ha vuelto a casa tras pasar una temporada en Londres tratando de olvidar el recuerdo imborrable de su amor por Babi (María Valverde). Al regresar, verá que todo ha cambiado, sus amigos, su entorno, su familia e incluso él y, en mitad de ese desconcierto, conocerá a la sexy Gin (Clara Lago), una chica de espíritu descarado, vitalista y desvergonzado que le hará creer que es posible volver a revivir la magia del amor. Pero tarde o temprano tendrá que hacer frente a su pasado…

A lo largo de la película se repite más de una vez una simple —que no vacua— idea, perfecta para definir la relación entre ambas películas. Vendría a decir que, con el tiempo, todo cambia, para lo bueno y para lo malo. Los personajes han crecido junto con la historia y eso se nota, tanto en la manera de enfocar la trama por parte del director como en la evolución de los protagonistas, más maduros y con más traumas y conflictos interiores que en la primera entrega. Mientras que 3 metros sobre el cielo era un producto exclusivamente juvenil y un filme de “blancos y negros” en el sentido de que todo se llevaba a los extremos —o se amaban locamente o se odiaban a muerte, o eran amigos o eran enemigos, o eran inmensamente felices o eran completamente desgraciados…—, éste es un filme de “grises” donde nada es tan idílico ni tan trágico como en su antecesora, donde los sentimientos manifiestan dudas y donde, en definitiva, todo es más cercano a la realidad.

Pese a ello, no hay que lanzar las campanas al vuelo, puesto que a la cinta le cuesta desprenderse de ese romanticismo maniqueísta que arrastra y, el guión, a medida que avanza la película, deja a la luz sus constantes altibajos y su ansia de abarcar varios temas sin profundizar en ellos, hecho que da lugar a escenas “metidas con calzador” —véase la historia de la hermana de Babi— y a una narración un tanto abrupta. En su favor hay que remarcar la acertada reducción del número de clichés y escenas cursis que contenía la primera parte, en pro de una aproximación a los mismos temas (el enamoramiento y el desamor) desde una vertiente un poco más sazonada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Adri
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