Una increíble sorpresa. Si eres de los que visionaste el trailer que causó tanta sensación por internet supongo que tenías pocas esperanzas en ella, como yo. La razón no es que el trailer fuera malo, es más bien todo lo contrario, que era demasiado bueno. "Matamos a sus seres queridos", parecía un trailer de broma para una película que iba a ser más de lo mismo, pero no, en Juan de los Muertos se sigue apostando por la misma fórmula y el resultado es un inexplicable éxito.

Estamos ante una comedia sin grandes medios pero sin tapujos para mostrar ciertos recursos. Los efectos especiales no se ocultan detrás de movimientos mareantes de cámara ni nada de eso para intentar hacerlos mejores, y eso siempre es algo de agradecer. El día en Cuba es lo que predomina, mostrando con todo lujo de detalles todo lo que está pasando.

Ni siquiera la aparición de Andrea Duro resta puntos a la película. La televisiva actriz no es que lo haga bien tampoco, pero la película ofrece algo bien distinto a talento interpretativo. Demen más de esto y menos de buenas actuaciones, porque Juan de los Muertos es una diversión inexplicable. Los personajes tienen buena culpa de ello. Lo cierto es que al principio Juan no me convenció, hasta que le pillé el punto y acabó gustándome. Su sentido del humor es el que se esconde detrás de un tipo duro, no en plan héroe de acción ochentero, es más estilo pasota.

Muchos disidentes, como aquí los llaman, y mucho de sátira también. Una películta tan inesperada como eficaz, que ni siquiera se puede catalogar como friki aunque tenga todos sus ingredientes.