No se me ocurre otro apelativo para ésta pseudo epopeya... Obviemos una vez más la comparación con el libro, es absurdo y no sacaremos nada en claro.

Lo que si se confirma es la impericia de Jackson al conseguir secuelas equilibradas, que sepan mantener el tipo y no rompan el ritmo. Pero una vez más, machaca el libreto original con absurdos giros, romances imposibles y decisiones lamentables en la dirección artística.

Para empezar, la oportunidad perdida que ha sido el estropicio del bosque oscuro: una oportunidad única para desarrollar una aventura con mayúsculas y que te quitara el aliento. Aquí se convierte en un correveidile en plan Condemor...sin suspense ni nada que te haga abrazarte a tu asiento, con el aliento contenido ante lo desconocido.

Tenemos una película que se contenta únicamente en mostrar a un Légolas emulo de los vampiros crepusculares con esas lentillas del todo a cien y una química absolutamente desastrosa con su partenaire. A lo que tampoco ayuda sus aspavientos de mirada psicopática en plan "mastico la cara de cualquier puto enano que ose poner las zarpas en mi mio reino"

Obviaremos también la parte del pseudo romance: para mear y no echar ni gota.

La película no tiene el ritmo ni variedad de la primera parte, pero "ehhg que hete tu ahí amijo" (con sabio acento hispalense del inolvidable Rigodón) que el libro no daba para más, pero eso daba igual.

La parte del dragonzuelo y el hobbit de marras, es cierto que levantan un poco el temporal, pero todo se queda en un coitus interruptus con las continuas elipsis, sólo porque al dire le tiembla más la mano que a Quique Tembleque en la sala de montaje.

La parte de Gandalf en Dol Guldur está bastante bien conseguida, dándole un aire más oscuro a la peli, que a esas alturas puede ser certificada plenamente "para todos los púbicos" (sí, sí, has leído bien: púbicos, dice ser las partes bajas donde crecen las "ideas", tan bajas como los insanos red herrings y los cliffhangers...), en claro y en botella: buscar una excusa para no ronquilerar al personal con tanta fanfarria videoclipera y hueca.

En fin, como ya he dicho, "para todos los púbicos, que no públicos". El problema es que ahora se llevan rasurados, como las ideas del dire y su cohorte de intrépidos chimpancés.

Ah! Casi se me olvida! Detrás de ti... ¡Un mono con tres cabezas!