Está película es como un cuento de navidad, es tan buena que te llega a hechizar, incluso llegas a creer que Bailey tenía razón y crees que Capra, en lugar de Clarence, es un hipnotizador, que te hace creer en algo tan idílico e irreal durante el momento que dura la película, ya que una vez terminada, termina el hechizo, porque en la realidad no existen cosas tan blancas ni tan negras, sino que tiene una tonalidad más bien gris, un gris claro o un gris oscuro (este más frecuente). Lo menos creíble es la realidad paralela… (Spoiler).
Aparte del buen hacer de Capra, ayuda mucho la buenísima actuación de sus actores, sobre todo de James Stewart. Película totalmente recomendable, sobre todo en fechas navideñas, aparte de que fue altamente usada y parodiada en el cine y televisión.