Ágora, de Alejandro Amenábar, se centra en Hypatia, una pensadora de la Alejandría gobernada por los romanos. De hecho, Hypatia fue una joven erudita de amplia cultura matemática que escribió comentarios sobre Diofanto, Ptolomeo y Apolonio, y fue una gran ardiente defensora de la cultura pagana. También era una mujer de una dignidad extraordinaria, lo que hacía que los hombres la admirasen más aún.

Desde mi punto de vista, la actuación de Rachel Weisz en el rol de Hypatia es lo mejor de la película. Se sabía que su personaje era la columna vertebral del film y que de ella dependía gran parte del interés que el público pudiera o no mostrar. También es de destacar la genial dirección artística, el vestuario, el diseño de producción y la fotografía... en realidad, todos los aspectos técnicos son grandiosos, la historia de Hipatya y la caída del Imperio Romano están perfectamente balanceadas.

La magnificencia de la película y el sentimiento épico no se mezclan con la historia personal, y eso es un punto muy a favor de la película. Ágora no es por ejemplo ni Troya ni Alejandro Magno, títulos en los que el espectáculo se come claramente al argumento. Ágora deja que la Historia hable por sí misma.

En resumen, la destrucción de la biblioteca de Alejandría fue algo horrible, y aquí se plasma a la perfección gracias a Amenábar con una escenografía alucinante. No ha habido nunca otra ciudad que haya sido el centro de la actividad matemática durante un periodo tan largo como lo fue Alejandría desde los días de Euclides (hacia el 300 a.C) hasta la muerte de Hypatia (en el año 415). Además, gracias a este film, los alumnos de matemáticas ya pondrán nombrar un ejemplo de película en la que el principal protagonista es una mujer y además matemática. Por tanto, sin entrar en temas religiosos, la película es francamente buena en los aspectos comentados anteriormente. Por cierto, sí que extraña un poco que siendo una producción española, no aparezca ningún español en el reparto.