Esta es una entretenida película. En la que vemos el tesoro de la juventud en el rostro de Tom Cruise. Un ídolo que todos queríamos imitar en nuestra época recién salidos de la adolescencia. Entre malabares y cócteles (Cosmopolitan, Manhattan, Vesper, Charlie Chaplin, Rhett Buttler, etc.) Tom tira rostro y se cotiza entre las féminas. Nuestro ídolo en la playa, en la ciudad. Éramos muy jóvenes y la vida nos sonreía a cada instante, después, mucho después, vendrían los Martini agitado, no batido del héroe en turno. De un Bond, en un mundo convulsionado como los cocteles de Flanigan. Mientras soñábamos con un dulce “Sunrise” en alguna playa de ensueño al lado de una bella nativa de Jamaica, una exótica “Honey Raider”.
El carisma de Cruise, le hacia subir como la espuma de la cerveza. E iba al encuentro su hermano en “Rain man”.