Anti-thriller obsesivo de una densidad inusitada en el cine comercial reciente debido a un Fincher que se sacude todos sus tics "para hacerse notar" pero conserva intacto un gran pulso narrativo y una inventiva visual inagotable. Film elaboradísimo (fotografía, ambientación que huye del decorativismo, conjuntada interpretación, ferreo guión,...) y de un rigor que desafía las expectativas del espectador. Influencias del magistral "El estrangulador de Boston"(en un análisis social que no desdeña ni la truculencia ni el humor, en capacidad de penetración psicológica y en el uso de los hallazgos formales con intención dramática),de "Todos los hombres del presidente"(de un modo más superficial al tomar el aspecto de una crónica periodística) y de los films setenteros de paranoia conspiratoria. Una primera hora primorosa, de gran velocidad y que glosa las primeras actuaciones de "Zodiac" (imponente escena en el pantano), sus juegos con los medios y el trabajo policial y periodístico de los protagonistas todo ello con un ritmo imparable a juego con el entusiasmo de la novedad, los hallazgos, la emoción de lo nuevo y desafiante, reflejando en cierto modo una época más alegre (algo que se nota incluso en la progresivamente macilenta fotografía). En la segunda parte se encuentra lo más dificil e interesante de la obra, la investigación llega a un punto muerto y con ella la película y sus personajes ( agotados psíquica y moralmente, enfermizamente obsesionados o derrotados), en este tramo Fincher realiza una autentica exhibición de dominio del tempo narrativo, ralentizándolo hasta la exasperación, jugando con la dilatación y la elípsis (un largo fundido a negro que comprende cuatro años,...), forzando la paciencia del espectador, de modo que se sienta como los personajes, cansado y harto de un trabajo que solo lleva a callejones sin salida. Fresco de una época y retrato de la sociedad americana a traves de su mítología, cine de no-ficción, a la vez estilizado y minucioso hasta lo indecible. Un auténtico clásico americano.