Jesus Franco es un típico ejemplo de un hombre que le encanta el cine y la literatura popular y sin embargo no tiene calidad suficiente para hacer de sus películas un verdadero producto artístico. Es un ejemplo que desmiente que el trabajo lo es todo, y aún reconociendo que es importante, no da en ningún caso la genialidad.

“El Conde Drácula” una película de terror de serie B, pero muy de serie B, que no aporta casi nada al género tanto por la falta de medios con los que contó como por la carencia de méritos artísticos que podemos rescatar.

Lo mejor de la película es la belleza de la sevillana Soledad Miranda que moriría poco después en accidente de tráfico en Lisboa y de la austríaca Maria Rohm, ambas muy sensuales.

Los chicos por su parte bastante mal, por ejemplo Klaus Kinski está lamentable y Christopher Lee como Drácula obviamente se limita a poner la cara, que es bastante poco.

Lo que más me fastidia es que Jesús Franco toma a la gente en ocasiones por tontos, porque poner al principio de la película que es la versión más fidedigna al libro es de chiste, claro que también lo hace Coppola y todavía se parece menos (¿dónde está la historia de amor de Wynona Ryder?). Se deben de pensar que nadie lee o cosas así, y es verdad que cada vez quedamos menos, pero hombre, la novela de Bram Stoker quien más y quien menos la leyó, o al menos eso quiero pensar.

Desde luego que no es la mejor de Jesús Franco, que afortunadamente tiene algunas películas muy apreciables, aunque no esta desde luego no.

Sólo para incondicionales de este tipo de películas y subgéneros, el resto mejor leer algún libro de vampiros que es bastante más interesante.