Quizás sea porque estudie en un colegio de monjas, o porque tengo un oído fácil para la música, no sabría decir el porqué pero esta película siempre me ha gustado, y cuando digo gustar, por supuesto me refiero a esas pelis malas que simplemente te han hecho pasar un buen rato.

Es una película terriblemente predecible y facilona, una corista es testigo de un asesinato y se ve obligada a refugiarse en un convento, donde se encargará del coro de las monjas, que como tienen su espíritu de corista reprimido bajo el velo, al principio cantan horriblemente mal pero luego..oh!milagro de dios! se convierten en unas divas del pop!.... Fin.
Y eso es todo, no busqueis nada más porque no existe, Whoopi Goldberg actúa en su línea sin grandes alardes igual que el resto del reparto.

¿que porqué le doy un 6? puede que las canciones me recuerden a los campamentos de verano, que después de todo, no son malos recuerdos.

Una película interesante acerca del espionaje industrial, con una visión de un futuro demasiado cercano que llega a angustiar por momentos, en el que las personas se convierten, más que nunca, en peleles inanimados y manipulables sobre un fondo blanco.
El reparto aunque no es notable, no desmerece. Cuenta con un Jeremy Northam correcto pero no en su mejor papel y una Lucy Liu inexpresiva y en su línea, que no llega a convencer.
En general, se trata de un film razonablemente bueno, con un argumento que despierta el interés e induce a la reflexión, aunque lejos de Matrix o Bladde runner.

Una película que sin ser excepcional, resulta intrigante y consigue sorprender.
Una trama relativamente convencional que gira en torno a un asesinato y a su juicio, que se desarrolla sin ingeniosos monólogos de abogados pero con una genial actuación de Edward Norton, que compensa la presencia bastante insulsa de Richard Gere, que se le ve más cómodo interpretando pasteladas junto a Julia Roberts.
Se trata de una película modesta pero.. me encanta.

Sorprendentemente cautivadora. Los personajes no podrian ser más interesantes: Frida Kahlo, Diego Rivera, Leon Trotsky, Chavela Vargas... Y la escenografía no podría ser más apasionante : el Méjico más hermoso , el tequila más necesario y la música más oportuna .
Quizá algunos fragmentos de la cinta parecen dispersarse en un intento por recrear las obras de la pintora, pero no llegan a cansar.
Sin ser una gran película es sin duda una GRAN película.
Se trata de una biografía no convencional que sabe como encender todos los sentidos.
Se ha convertido en una de esas películas a las que recurrir en caso de necesitar... un trago.

No está mal, es más la réplica de El secreto de sus ojos, más lejana, más suave y más inofensiva...La sombra de La Soga de Hitchcock en la trama y sobretodo en los diálogos hace que empiece con buen pie. Molesta la voz en off que recuerda y trata de explicar los matices que ya deberías haber captado. La película consigue atraparte, sin embargo, se produce un Darin interruptus que desconcierta y te deja con la sensación de haber estado disfrutando de un gran encuentro: ágil, brillante y un poco perverso cuando de pronto todo se para y te quedas estupefacto en la butaca sin atreverte a encender la luz por si va de farol...con una última escena que no aporta nada a lo que uno ya había concluido segundos antes. Aún así, Darin es Darin y nunca decepciona.