Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Strhoeimniano:
10
Drama. Intriga El fiscal de Nueva Orleans Jim Garrison (Costner) reabrió el caso del asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y presentó cargos contra algunas personas. Después de entrevistar a numerosos testigos de Dallas y a personas relacionadas con los hechos, mantuvo la tesis de que el magnicidio fue fruto de una conspiración en la que podrían haber intervenido el FBI, la CIA y el propio vicepresidente Lindon B. Johnson. (FILMAFFINITY) [+]
17 de junio de 2005
125 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
Costa-Gravas decía parafraseando una conocida frase que siempre aparece en las películas: “Cualquier semejanza con personas o lugares realmente existentes, no es coincidencia: es intencional.” Desde esta mirada, el cineasta pasa en esta circunstancia de artista, con el todos relacionamos su labor, a historiador. Así, la interpretación / denuncia que nos ofrece busca siempre situarnos no como espectadores (situación que ocurre con otras películas), sino como testigos de un hecho crucial, impidiéndonos tras todo lo visto dejar que éste caiga en el olvido y la mentira.
Stone, con “JFK”, explora esta posibilidad en toda su profundidad, pues en esta película, el director juega con la polisemia de un término como “historia” que, por una parte, remite a los “hechos” pero también al “relato” de los mismos. No hay historia sin relato de la historia.
“JFK” es la cámara hecha bisturí. Un bisturí impúdico, enérgico, reiterativo pero no redundante, valiente... Así, el acercamiento de Stone al magnicidio se aproxima al que se realizaría en una autopsia, mostrando, con ese amor por el detalle que tiene toda la película, la conspiración en torno a este hecho en el que el autor fija una frontera que quiebra al país (comenzaría después la pesadilla de Vietnam, en la que Stone participa). Esa conspiración ayuda a Stone a fijar la intriga que contiene la película y que logra atraparnos desde el primer fotograma acompañado por los sones de un John Williams más inspirado que nunca. Pero es aquí donde Stone muestra toda su genialidad, pues en su intención de querer hacernos testigos, el director opta por romper los códigos de este género y acercarse con un brío enorme (el montaje es frenético, abundan los planos de cámara en mano como si estuvieran recogidos “en vivo”, el paso del color al b/n) a las orillas del documental haciendo un drama que con tintes biográficos (muestra la odisea de J. Garrison, el único fiscal que presentó cargos por este asesinato) se convierte en un incómodo documento histórico.
Es en la mezcolanza de estos dos registros (el puramente documental con la utilización de archivos históricos por un lado, y la reconstrucción especulativa que realiza en base a las investigaciones de Garrison, por otro) donde la película alcanza su cenit. La media hora final, donde K. Costner muestra (“demuestra”) su teoría son realmente magistrales. Pero todo está a esta altura. El reparto (¡hasta Costner está bien, lo que es mucho decir!) es espectacular, con un G. Oldman espléndido (parece un clon), un J. Pesci igual de histriónico que siempre, pero tan impecable como cuando trabaja con Scorsese, un T.L. Jones tan magistral como siempre, y así con el resto del elenco (sale J. Lemmon y D. Sutherland dejándonos con la miel en los labios de lo soberbios que están). Es una película con tanta fuerza, que el único “pero” hay que situarlo en las caídas que se producen cuando Stone muestra la vida cotidiana de Garrison.
“JFK” es una obra maestra escalofriante.
Strhoeimniano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow