Para los amantes del cine algo que tenemos claro es que si nos traen un producto que ya conocemos, tienes que sorprendernos con algo interesante o al poco perdemos el interés. Jordan Vogt-Roberts se alía en ésta superproducción al lado sencillo, que no menos interesante y bebe de las aguas de las historias anteriores del mono gigante para atrapar la parte más positiva de cada una de ellas y traernos un producto muy atractivo.

A diferencia de Peter Jackson en su versión fallida, se rodea de actores que le dan el toque serio que requiere la historia y se deja de meter a cómicos en una aventura que no los requiere, (¿lo va pillando señor Jackson?). Desde el principio nos metemos de lleno en la magia de por donde van a ir los tiros, con una breve introducción en el mundo científico donde se nos pone al corriente de las intenciones de estos y el motivo de acudir a la isla calavera.

Una vez allí es nostalgia pura del cine de aventuras, ese que vengo añorando hace mucho. Donde se respeta la historia de Kong, un mono gigante, ésta vez, excesivamente gigante, pero que no resta nada al contenido. Allí es el rey, el que domina, el que manda, el que cuida al resto y el que da equilibrio a la vida en la isla, donde tiene que convivir con otros seres muy peligrosos. Para el ser humano al menos. Arañas gigantes, pulpos gigantes, lagartos inmensos, mosquitos del tamaño de una rata, arces como edificios de altos o pájaros que te pueden devorar sin darte cuenta.

Ambientada correctamente en un tiempo posterior a la terminada guerra de Vietnam y con imágenes que nos recuerdan a Apocalipsis Now en todo su contenido, nos subimos a esos helicópteros militares a punto de vivir con los protagonistas una aventura donde no todos regresarán de lo allí vivido para contarlo. En el apartado tecnológico hay que ponerles un diez, se lo han cerrado de mala manera para lograr algo casi real y sin el engaño de la cámara con movimientos rápidos o confusos, al contrario, disfrutaremos de escenas grandiosas, sobretodos aquellas en las que participa Kong.

Puro cine de aventuras, con personajes de todos los tipos y con sus respectivos tópicos. En especial destacaría por encima de todas, a Tom Hiddleston, Samuel L. Jackson y John Goodman.

Ojalá el futuro más cercano haya cogido recorte de ésta maravilla y nos ofrezcan más obras a ésta altura.